ASTROS Y CABALLOS

Hay pocos antecedentes históricos de los que tengamos referencia, en los que se relacionen astrología y caballos.
Unos de ellos data del siglo XVIII, cuando el oficio había caido de nuevo en el descrédito, victima del sectarismo racionalista, y así los astrólogos, por necesidad de supervivencia, tuvieron que combinar la profesión con la medicina, el magnetismo y otras ciencias positivas. Tal parece el caso de Fernando de Sande y Lago, del que no se conoce fecha de nacimiento aunque se deduce debió producirse hacia 1650, fue natural de Noya (Galicia), también se desconoce dónde realizó su formación. Rodríguez Meruelo supone que , dada la proximidad a Santiago, haya frecuentado las aulas compostelanas, universidad prestigiosa que impartía enseñanzas de los centros de Madrid.
En su época España atraviesa un momento de depresión económica, con despoblación, hundimiento de la agricultura y de la industria y hambres sistemáticas, con una polarización entre una minoría de privilegiados y una masa creciente de humildes; es la época de la construcción del Palacio de la Granja y de revueltas campesinas (segunda germanía valenciana). En el aspecto ganadero, la inflación hace que nuestras lanas no sean competitivas, con lo que se pierde el comercio europeo, y en el aspecto científico, España está desfasada, ya que en el Renacimiento queda al margen de una nueva concepción del mundo, basada en una teoría del conocimiento que concibe la capacidad creadora como un elemento capaz de dominar la naturaleza y racionalizar la sociedad.