lunes, 19 de abril de 2010

EL CABALLO


A caso ningún otro animal, salvo el perro, ha tenido tan estrecha vinculación como el caballo con el hombre, a quien ha servido de compañero y ayuda inapreciable en la caza, el trabajo, la guerra, los viajes y el ocio. Se conoce bien la historia evolutiva del caballo y se supone que fue en el Neolítico cuando se produjo su domesticación por el hombre, quien venía usándolo ya de antiguo como pieza muy apreciada de caza. Las primeras domesticaciones debieron de tener lugar en Asia, al norte del Cáucaso, al finalizar alguno de los periodos glaciares, y muy posiblemente fue el último de los animales en ser domesticado. Usado como animal de carne y productor de leche, pronto fueron aprovechadas sus cualidades como animal de carga e, inventada la rueda, como animal de tiro para el transporte, si es que antes -los historiadores no se ponen de acuerdo en este punto- no fueron ya montados.
Pinturas rupestres del Neolítico, abundantes en la región Tibesti, en el Sáhara, representan carros de dos ruedas tirados por caballos, animales que, al parecer, provenían de Egipto, país en el que 1.700 años antes de nuestra era se consideraba de importancia capital la posesión de caballos, especialmente por su utilización en los carros de combate, decisivos en las guerras de entonces. Asiria también debió su superioridad militar a los caballos.
El carro de combate se tornó más pesado y requería un mayor número de caballos y más fuertes para tirar de él. Ya no participaban en la guerra por separado, sino formando grupos que transportaban arqueros y lanzadores de jabalina. En su victoriosa guerra con los hititas, el Egipto de Ramsés II utilizó carros con guerreros dotados de arcos de largo alcance en el año 1.288 a.C.

No hay comentarios:

 
Google