lunes, 5 de abril de 2010

CABALLOS EN EL CINE


Una vez le preguntaron a Ford, por qué los indios no mataron a los caballos que tiraban de la Diligencia. "Si lo hubiesen hecho, se habría terminado la pelicula" respondió.
Mis primeros westerns mudos - continua Ford-, eran películas muy cortas y se rodaban en un tiempo tan breve que los actores ni se bajaban de las cabalgaduras. Y nunca hubo en las arriesgadas filmaciones, excesivas desgracias. La fama de duro que ostento, posiblemente se deba a que he matado más indios que el General Custer.
Imaginemos una secuencia: los diezmados jinetes, ante el implacable acoso de los apaches, saltan un precipicio y galopan frenéticos por una pendiente que antecede a un cenagoso río, que vadearán por último. Y Ford que grita en el megáfono: " ¡Tened mucho cuidado! ¡Que no se mate nadie por si hay que repetir la toma!¡Acción!
Curiosamente los accidentes mortales en el cine son aún más infrecuentes que en los hipódromos. Recientemente falleció un jinete al caerse de su montura en la renovada versión de Los tres mosquetereros. Otra víctima mortal que ya es historia fue un extra en la carrera de cuádrigas en Ben-Hur. Su trágico final -en contra de la costumbre- se dejó integramente en la película, añadiendo así a las impresionates imágenes, un rentable toque macabro.

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