martes, 21 de abril de 2009

EL HIPÓDROMO DE LA ZARZUELA


JOSE Mª. CASTELL, arquitecto; PEDRO MARTINEZ CATENA, ingeniero

Este proyecto se define por una sola palabra: espartano. Este equipo había realizado con anterioridad el estadio Metropolitano (1923) y el Campo de Deportes del Real Madrid (1924) y quizá ello les influyó, ya que el proyecto adolece de estética, parece una estación, incluso, un colegio.
El problema de la igualdad de visión de la llegada y la colocación de los diversos recintos, queda resuelto bajo el lema: próximos a la meta, todos, frente a la misma meta, nadie.
La tribuna incluye un voladizo de 13 metros dentro de una arquitectura extraordinariamente funcional y económica, a la que han quedado supeditados todos los detalles y consideraciones que pudieran hacerse.
Ellos mismos reconocen que en su proyecto ha primado el presupuesto y que no es un proyecto para exhibir.
Como detalle positivo podemos destacar que realizan un estudio y desarrollo de las futuras cuadras, con disposición de los boxes en naves y espalda contra espalda, aderezado con detalles que evidencian una dudosa concepción como puertas que solo abren 90º, que denotan su desconocimiento de la práctica hípica.

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