EL HIPÓDROMO DE LA ZARZUELA

F. HEREDERO Y JAVIER F. GOLFIN, arquitectos
CARLOS F. CASADO, ingeniero

El austero paisaje del monte de El Pardo les lleva a un detallado estudio de los materiales y auna defensa a ultranza del hormigón, que no es sino gravas y arenas deviniendo en roca, exactamente igual que el entorno de la parte baja de la cuenca, donde se situará el hipódromo. Junto a ello, realizan una gran exposición didáctica de la arquitectura, didáctica y fundamentalista, para llegar a la conclusión de que el hipódromo deber ser un acontecimiento natural dentro de un paisaje unánime y fortísimo como es el del emplazamiento elegido. Por ello, el voladizo de 16 metros de su tribuna principal queda a la vista, sin ocultación ni tapujos, como una estructura extraordinaria de rotunda afirmación varonil; en armonía con el paisaje descrito.
El proyecto, pues, es de una arquitectura integral de hormigón armado, que encaja en la realidad del paisaje y también en la lógica constructiva del proyecto. Es la arquitectura del dintel que encaja con el paisaje de penillanura.
Este proyecto tiene como característica más destacada el que utiliza una solución de pisos colgados y ello, y la existencia de contrapeso da como resultado que, en la cubierta y bajo aquellos, queda una terraza plana de amplias posibilidades. Esta solución de pisos colgados facilita también la armonía de porporciones interiores.