martes, 24 de marzo de 2009

HIPÓDROMO DE LA ZARZUELA


En principio, y por razones de economía, tratan de buscar una ubicación que permita obviar los movimientos de tierras, están muy preocupados por la ubicación del totalizador, aunque al final llegan a la conclusión de que su coste lo hará inviable y establecen una relación con el ingeniero Ramón Ríos que fructifica poco por los continuos viajes de éste.
Más adelante interviene Francisco Cadenas, cuyas indicaciones, refiere Mercadal, se basaban en las querencias de los caballos, algo no siempre casable con el proyecto, ni con otros hipódromos existentes.
Tras una larga exposición de quejas sobre las bases del concurso, algo que se hace común a otros equipos, definen un proyecto con una estética similar a las construcciones del entorno, adoptando un criterio espartano que les permite al final agrandar partidas por haber resultado el presupuesto final, inferior al establecido en las bases.

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