Por otra parte, la sociedad vasca posee unas características notables, que se manifiestan con fuerza en el mundo hípico. Está preparada para la apuesta, es tradición a todos los niveles de competiciones, buscando tal vez el enfrentamiento individual con el azar y como apoyo material al mantenimiento de unas ideas; los momentos de esparcimiento se realizan en grupos heterogéneos, educacionales y económicos, basta con echar un vistazo a sociedades y cuadrillas, compartiendo de una forma plural los instantes de diversión, y por último, se busca un contacto continuado con la naturaleza, esas salidas festivas como reflejo de nuestro origen próximo al sector primario, ya que apenas hay distancias. ¡Y qué mejor lugar que un hipódromo donde podemos efecutar unas apuestas, acompañados de nuestros amigos y rodeados de campo y verde!
lunes, 15 de diciembre de 2008
LASARTE (continuación)
Publicado por
josealbi
en
22:14
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