ASTROS Y CABALLOS

La segunda reseña a que haremos referencia por la relación entre la astrología y caballos es muchísimo más curiosa, la encontramos en el libro Indice de bibliografías hípicas españolas y portuguesas, del marqués de la Torrecilla (Sucesores de Rivadeneyra. Madrid 1921-1926).
Catalogado con el número 554 de la obra, en la página 46 figura inventariado un manuscrito con el título Arte y philosophía oculta de los caballos.
En la primera hoja del manuscrito y bajo el título "Figura en que se encierra todo el arte de los caballo", está trazada una esfera con círculos inscritos giratorios para adaptarlos a las fíguras del Zodíaco, que se compone de tres círculos concéntricos y sobrepuestos. El inferior y mayor, trazado en la hoja misma del libro, es fijo, los otros dos, igualmente de papel, son giratorios y están enlazados con aquella hoja por medio de un hilo que atraviesa los tres centros y hace de eje. El borde del círculo medio está dividido en 360 grados y lleva, en doce divisiones, los nombres de los meses y de los signos de Zodíaco y las letras, a, e, c y f. El círculo superior es menor, tiene también estas letras y figuras geométricas. La imagen del sol con rayos, que se ve en uno de los puntos de la circunferencia de este círculo, puede, pues, ser colocada frente a cada una de dichas divisiones del círculo medio.
Es precisamente ese círculo medio el que menos difiere de los modelos convencionales que han servido y sirven actualmente para levantar una Carta del Cielo, operación propiamente astrológica que consiste en disponer sobre el círculo zodiacal las posiciones de las casas zodiacales y los planetas, según la hora, fecha y lugar de nacimiento de un individuo ( por qué no de cualquier ser vivo, por qué no de un caballo).