MÁS DE 150 AÑOS GALOPANDO (continuación)

Del mismo año es el pequeño Coloso (1975), al que voy a citar por su corazón y por sus tres Corpas seguidos, y que tan pocas oportunidades tubo como padrillo por el descrédito tradicional hacia los fondistas.
De la generación del 76 hay tres grandes yeguas, Avalancha, Rivellora y Sacara: Una dio algo bueno como Samanta hija de Sacara. Al inicio de los 80 estuvimos dominados por la rapidez y salieron grandes sementales como: Chamartin, Realeza y Colorines, nacidos en el 77 y Bariloche, del 78, han padreado con éxito y aunque Colorines es algo inferior, mereció su pase al haras, aunque sólo fuera por su récord de 11 victorias consecutivas. A Chamartin lo llegaron a llamar "El Loco", y algún gran crítico lo ha colocado entre los grandes caballos de la época. Por lo menos era espectacular, muy difícil de llevar, como su abuelo materno Reltaj. Sus Blasco, Ayuntamiento, Duque de Alba, fueron expresión de su clase y del golpe de velocidad que embarga al buen aficionado. Lástima que al final de su vida deportiva, no ganara el Gran Premio del Mundial 82, porque un caballo le alcanzó por detrás y le rompió el casco en dos. Dado su carácter, Chamartin no dió mucha regularidad en su produccíon, pero sí algún gran hijo aislado como casi lo pudo ser Martin Bold.
En cuanto a Realeza, ya había mostrado su valor como velocista en Francia y posiblemente ha sido lo mejor visto en España hasta 1.200 metros y pudo haber emulado a Quinault en el haras, sino fuera por el poco caso que la hicieron.