lunes, 7 de enero de 2008

SABIAS QUE (continuación)


Lo que unido a otras manifestaciones invita a pensar que éstas nunca pasaron durante e siglo XIX y primeros del XX, de constituir mucho más allá de un mero entretenimiento para un número muy reducido de personas. Había una gran proporción de carreras para "gentlemen" y jinetes militares y no existía un calendario de pruebas dirigido a la selección de los mejores ejemplares. Tampoco la industria de la cría mostraba un progreso apreciable ni llegaba a cimentarse. Frente a esta realidad, las carreras conocieron una notable expansión geográfica. Desde 1860, y por iniciativa de la Real Maestranza, se disputaron en Sevilla, ciudad que, a través de diferentes sociedades organizadoras y en distintas localizaciones, ha mantenido encendida hasta ahora la llama del turf.


continuara...

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