Dio el alma a quien se la dio.
El cual la ponga en el cielo
y en su gloria,
y aunque la vida murió,
nos dejo harto consuelo
su memoria.
Y consiento en mi morir
con la voluntad placentera
clara y pura;
que querer hombre vivir,
cuando Dios quiere que muera,
es locura.
Final de las coplas que Jorge Manrique compuso a la muerte de su padre, Don Rodrigo Manrique, Gran Maestre de Santiago.
domingo, 13 de enero de 2008
COPLAS (Caballo: CORINHIAN)
Publicado por
josealbi
en
16:43
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario