EL HIPÓDROMO DE LA ZARZUELA

OCTAVIO BANS OCHOA, arquitecto; SANTIAGO RODRIGUEZ, ingeniero

Al igual que otros concursantes, se quejan del presupuesto previsto, que obliga a renunciar a muchos detalles. Su proyecto puede definirse como de grandiosidad vestida con sencillez franciscana, entendiendo que más tarde, con los beneficios de explotación podría acometerse su embellecimiento. En la perspectiva da la impresión de una enorme mole.
Bajo el lema de concepción amplia, composición sencilla, encontramos un proyecto muy urbanista, que trata, hasta la saciedad, la disposición general de edificaciones y que aporta la búsqueda de segundos usos o utilizaciones en dicha disposición. Todo ello lleva a proyectar diversas plazas de acceso circulares, que hacen de distribuidores del público.
El proyecto habla de zona de cuadras, que proyectan en grupos de 15, dotadas con vivienda, pero no las definen.
Constructivamente, es una mezcla de hormigón armado revestido de granito en los zócalos y ladrillo visto en el resto de la edificación, con molduras y cornisas simples en piedra artificial.