miércoles, 28 de enero de 2009

LASARTE (continuación)


No creo que sea difícil imaginarse la emoción de cualquier aficionado que se encontrara en Lasarte aquella tarde del 10 de septiembre de 1922. El séptimo aniversario del estreno del hipódromo-milagro, sólo ocho meses duró su construcción, contaba con una edición del Gran Premio de nivel mundial, 500.000 ptas. de dotación y una copa de oro ofrecida por el Rey don Alfonso XIII. El lleno era completo y el retraso en la disputa de la carrera, una hora, podría considerarse normal dadas las circunstancias que rodeaban el acontecimiento. Dieciséis partants, con ejemplares franceses, ingleses y belgas, además de los hispanos tomaron la largada en los 2.400 metros de la pista de arena. Desde la recta de enfrente, el 3 años Rubán, defensor de los colores del Duque de Toledo (el propio Rey), tomó la cabeza para cruzar la meta como triunfador resistiendo todos los ataques de sus encopetados enemigos, el más próximo finalizó a cuerpo y medio, tras 2'34" 4/5 cronometrados. Seguramente, los gritos de ánimo recibidos por el alazan en los últimos trancos se transformarían en una mezcla de alaridos y aplausos, sin que su cotización en apuestas, 40/1, tuviese importancia. Incluso, me atrevo a opinar, que el rostro impasible de su jinete Lucien Lyne tuvo que sufrir alguna modificación en el momento de entrar en la leyenda del turf lasartearra junto a su cabalgadura, Rubán.

No hay comentarios:

 
Google